jueves, 11 de noviembre de 2010

PRÁCTICA 8: Entrevista con el trabajo

Tengo un grato recuerdo de la que, hasta ahora, ha sido mi única entrevista de trabajo. Fue el verano pasado para Aldeas Infantiles SOS, una organización privada de ayuda a la infancia, internacional, sin ánimo de lucro, interconfesional e independiente de toda orientación política.  

Me citaron a través de Internet una mañana. Con anterioridad había colgado mi currículum en Infojobs y desde allí me localizaron. Un par de días antes del encuentro estuve navegando por su página web para ver quiénes eran, qué hacían y hacia dónde se dirigían. También volví a releer el currículum que les había enviado y así poder evitar las lagunas en el momento de la entrevista. El puesto al que optaba era de trabajo de campo en donde el fin era captar adeptos a la organización así que a la hora de decidir qué vestimenta sería la más adecuada consideré que tenía que mostrarme tal cual, un poquito más formal quizás, pero en todo momento coherente con mi forma de ser.

El día de la entrevista estuve 10 minutos antes, había ido con tiempo porque no sabía exactamente cuál era el edificio y presupuse que me tocaría preguntar. Aun así me tuvieron esperando un rato en la sala de espera antes de atenderme, y allí conocí a los otros dos candidatos que optaban al puesto y que, para mi sorpresa, me entrevistarían junto a ellos al mismo tiempo.

Una vez dentro nos sentamos a lo largo de una mesa. Yo escogí el sitio de en medio, me deshice de la chaqueta y la bandolera y me puse cómoda en la silla sin llegar a recostarme en ella. El directivo que nos entrevistó era un chaval joven, lo que me dio cierta tranquilidad y seguridad a la hora de ser la primera en hablar sobre mí cuando él preguntó, responder con naturalidad a sus cuestiones y resolver con honestidad las dudas. La entrevista duró alrededor de unos veinte minutos en donde, además de interactuar entre todos, visionamos un vídeo de la empresa.

Al final de la entrevista oral nos pidió que rellenáramos un formulario con nuestros datos personales, algunas preguntas del tipo "¿Has oído hablar anteriormente de la organización? Cuéntanos qué conoces sobre ella.", "¿Has trabajado alguna vez como voluntario/a?", "¿Por qué crees que eres el mejor candidato al puesto?", "¿Cuáles son tus puntos fuertes? ¿Y los débiles?", nos pedía que señaláramos la experiencia laboral (si teníamos) y por último que marcásemos "Sí"o "No" queríamos trabajar para Aldeas Infantiles SOS.


Yo, personalmente, salí bastante satisfecha de la entrevista viendo cómo se habían comportado mis compañeros. Lo cierto era que no tenía experiencial laboral previa pero sí que demostré una serie de conocimientos con respecto al entorno laboral en el que nos moveríamos, la empresa y, ante todo, muchas ganas de formar parte del equipo.
Finalmente mis suposiciones fueron acertadas y al día siguiente me llamaron comunicándome que el puesto era mío para trabajar durante la época de verano y así lo hice. 

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