sábado, 25 de septiembre de 2010

PRÁCTICA 1: Época de transición hacia...

La recesión económica ha repercutido gravemente en nuestra vida cotidiana, especialmente ha incidido en el ámbito laboral. La comunicación se ha tornado especialmente débil ante tal situación, algo paradógico teniendo en cuenta que en tiempos de crisis lo necesario es un buen consejo. La comunicación, ya sea de forma convencional o no, permite mandar mensajes alentadores a todas aquellas personas que no auguran un futuro diáfano. El sistema (cabe señalar capitalista) sin embargo responde de forma contraria.

El sector periodístico comenzó a verse gravemente afectado hace ya unos años, desde la llegada de Internet podríamos aventurarnos a decir, en donde este superhéroe cibernético le ha ganado el pulso a la impresión. No es de extrañar que muchos profesionales hayan sido despedidos y gran mayoría de medios hayan echado la llave. El problema no es la implantación de Internet, el problema no es que éste sea el único medio creciente trimestre tras trimestre, el problema está en percibirlo como un problema. El sistema opta por reducir las plantillas, reduciendo así el conocimiento dentro de cada empresa. Internet es otro mundo. Un mundo donde porque haya que trabajar con ordenadores no se necesitan menos manos, sino todo lo contrario, hay que especializarse y no dejar lugar a que una misma persona se encargue de redactar una noticia, cree un anuncio y haga las fotocopias mientras se sirve un café. Los periódicos van en picado porque cada vez más las mismas personas hacen más cosas, siempre suenan los mismos nombres, las misma expresiones, y la población percibe esto como que " los medios están muy politizados y responden a los intereses de sus propietarios y de la clase política". Exacto, ya no sólo es la prensa, esto se extiende a televisión, radio y el resto de medios convencionales, lo que conllevó a que la inversión en ellos se viese reducida un 20,9% en 2009 y que los medios "below the line" tuviesen que afrontar un caso similar.

Sin embargo, qué sorpresa descubrir que no sólo Internet ha crecido en el último periodo, también lo han conseguido las TDT´s generalistas con una cifra de 10,1 millones de euros, es decir, más del 70% con respecto a 2008. La clave está en especializarse, y ¿en quién recae esta responsabilidad? En las universidades. Una fuerte crisis afecta también a los estudiantes que ven en su futuro profesional la comunicación. Este sector está saturado, la formación periodística está empobrecida, la profesión no está reconocida en la sociedad como decíamos no sólo por la asociación con la ideología sino también debido a la imagen del comunicador que se ha visto contaminada debido a la aparición de tertulianos que se declaran periodistas de la prensa rosa, como comentaba Pedro Farias.
Con todo esto llegamos a una conclusión clara y es que es tiempo de cambiar, de plantarle cara al intrusismo laboral, la baja remuneración, el desempeño de labores profesionales por becarios, el paro o la inestabilidad laboral como se señalaba en uno de los artículos, es hora de dar un giro al medio, sacudirnos el polvo y empezar desde abajo, aprovechando el nuevo plan de estudios que se ha implantado para invertir en formación centrada en las nuevas tecnologías y dar carpetazo a la impresión, sin que duela, porque por mucho que nos empeñemos en mantener vivas gacetas locales, en tiempos de crisis los ciudadanos van a recortar gastos empezando por el del comprar el periódico, ya que otros medios como la televisión, radio o Internet le ofrecen el mismo servicio gratuitamente. Propongamos que de las aulas no salgan periodistas sino especialistas en alguna de las miles de posibilidades que ofrece el periodismo, la comunicación, la publicidad o las relaciones públicas, porque Internet como decíamos es un gigante que engloba a todos los segmentos de la sociedad y necesitamos a distintos perfiles especializados en cada uno de ellos.

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